The COVID-19 pandemic brought particular educational challenges in Latin America and the Caribbean (LAC), where improvements in learning outcomes were already stagnant. The move to remote and online solutions during the pandemic exacerbated inequalities, despite mitigation efforts put in place. This study explores the design and implementation of education technology (Ed-tech) programmes and policies in LAC to understand to what extent and how technology fosters learning, and reduces inequalities, in primary and secondary education in the region, using an issue-specific political economy framework.
The study finds that although there is significant regional variation in progress on the digitalisation of education, Ed-tech interventions have gradually transitioned from the provision of digital learning devices and internet access, towards enhancing digital literacy among teachers and students. It also finds that the integration of technology in education demands a pedagogical shift towards more personalised learning, targeting the specific needs of students and teachers. Relatedly, efforts to combat educational inequalities must also take into account excluded groups, particularly along lines of gender and disability. While opinion varies in terms of how to best support a sustainable Ed-tech environment, the issue of governance is central. The presence of multiple stakeholders requires an effective governance system to ensure the efficient use of resources, prevent overlapping functions, and to ensure policy continuity.
La pandemia de COVID-19 planteó desafíos educativos particulares específicos en América Latina y el Caribe (ALC), debido a que los resultados del aprendizaje ya se encontraban estancados. A pesar de los esfuerzos de mitigación puestos en marcha, el paso a soluciones educativas remotas y en línea durante la pandemia exacerbó las desigualdades. Utilizando un marco de economía política, este estudio explora tanto el diseño como la implementación de programas y políticas de tecnología educativa (ed-tech, en inglés) en ALC para entender de qué manera y hasta qué punto la tecnología fomenta el aprendizaje y reduce las desigualdades en la educación primaria y secundaria.
El estudio concluye que, si bien existe una variación regional significativa en los esfuerzos por digitalizar la educación, las intervenciones de tecnología educativa han pasado gradualmente de la provisión de dispositivos digitales de aprendizaje y acceso a internet, hacia la mejora de la alfabetización digital de docentes y estudiantes. También se constata un cambio pedagógico hacia el aprendizaje personalizado, orientado a las necesidades específicas de estudiantes y docentes. Así mismo, los esfuerzos por combatir las desigualdades educativas deben tener en cuenta a los grupos excluidos, en particular por razones de género y discapacidad. Aunque las opiniones varían en cuanto a la mejor manera de apoyar un entorno de tecnología educativa sostenible, la cuestión de la gobernanza resulta fundamental. La presencia de múltiples partes interesadas requiere de un sistema de gobernanza eficaz que garantice el uso eficiente de los recursos, evite la superposición de funciones y asegure la continuidad de las políticas.