As data from the last few months become available, the financial situation looks discouraging. At the same time, there is…
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The tourism sector plays a crucial role in job creation, foreign exchange generation, and economic activity in general. However, since April 2020 this activity has been drastically interrupted worldwide as a result of the COVID-19 pandemic. Increasing inequalities and economic slowdown have been exacerbated as a result of the health crisis. It has negatively compromised the path to achieving the 17 UN Sustainable Development Goals (SDGs) by 2030.
Casa Rentera, located on the Crucita beach, Manabí province, is a family-run accommodation business affected by the pandemic. Before the confinement months, an investment was made in new suites. The expectation was to recover the capital during the following holidays. However, mobility restrictions and social distancing decreased tourist’s demand during the next months. After the government’s measures to reactivate tourism, Casa Rentera proceeded to implement biosecurity measures (cleaning, temperature measurement, and signage). It also guaranteed the exclusive use of the facilities for a single group of tourists. Currently, the venture has the ‘safe place’ status granted by the Municipality of Portoviejo. The demand from local tourists rebounded, reached almost normal levels, and with this, ten jobs could be restored. The owners believe that tourism reactivation goes hand in hand with regaining their clients’ trust, as well as providing a safe space for recreation after the many months of confinement.
Ecuador’s tourism sector contributed, between the first quarter of 2015 and the fourth quarter of 2019, with an average of 1.9% to the Gross Domestic Product (GDP). Foreign exchange earnings from tourism grew by 2.3% from the first to the third quarter of 2019 compared to the same period in 2018. In addition, in 2019 the country won 19 awards at the 26th World Travel Awards (WTA) South America. As of January 2020, this sector employed 6.1% of the economy’s total workforce. This places tourism among the six industries with the highest contribution to national employment. However, a report by the Ecuadorian Central Bank estimates that the tourism sector’s loss, between March and May 2020, amounts to USD 585 million (-4.7% of the sector’s GDP). The job reduction linked to accommodation and food reached -19,248 jobs.
According to the World Tourism Organization (UNWTO), actions for economic recovery should focus on protecting jobs and minimising contagion. These policies need to go hand in hand with biosecurity and social distancing measures that prioritise the health of workers and consumers. In Ecuador, tourism’s reactivation process began in May. It currently focuses on activities for the domestic market. To safeguard liquidity and jobs in the sector, fiscal incentives were issued, such as tax reductions and differentiated financing. Other reactivation measures such as temporary income support for informal workers and subsidies for tourism have been implemented in other Latin American countries.
Investment in the tourism sector is an effective catalyst for the economic and social reactivation of a territory after a crisis. These new resources can significantly reduce poverty and encourage entrepreneurship among vulnerable groups, especially women and youth (SDG 1 and 10). Moreover, efforts in responsible conservation of natural and cultural resources are an opportunity to position tourism as a sustainable activity. Conservation strategies make it possible to address climate change (SDG 13), especially when this sector is the emitter of 5% of the planet’s greenhouse gases.
Therefore, it is time to rethink Ecuadorian tourism from an economic, social, and environmental resilience and sustainability perspective. It implies recognising each territory’s threats and opportunities. The medium-term recovery of the sector must be guided by active tourism management. It is necessary to ensure the constant participation of national and local governments, large and small businesses, and consumers. Also, international collaboration should be encouraged for network generation to implement control measures in the event of new pandemic outbreaks. The elements mentioned above allow tourism to adapt promptly to new scenarios related to COVID-19.
Text editor: Gabriela Keseberg Dávalos
El turismo en Ecuador: oportunidades para la recuperación después del COVID-19
por María Caridad Ortíz y María Emilia Valencia
El sector turismo juega un papel crucial en la creación de empleo, la generación de divisas y la actividad económica en general. Sin embargo, desde abril 2020 esta actividad se ha detenido drásticamente a nivel mundial como resultado de la pandemia del COVID-19. El incremento de las desigualdades y la desaceleración económica se han agravado como consecuencia de la crisis sanitaria. Esto ha comprometido negativamente el camino para alcanzar los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para el 2030.
“Casa Rentera” ubicada en la playa de Crucita, provincia de Manabí, es un emprendimiento familiar de alojamiento afectado por la pandemia. Antes de los meses de confinamiento, se hizo una inversión en nuevas suites. Se tenía la expectativa de recuperar el capital durante los siguientes feriados. Sin embargo, las restricciones de movilidad y distanciamiento físico deprimieron la demanda de sitios turísticos durante los siguientes meses. A partir de las medidas de reactivación impartidas por el gobierno, Casa Rentera procedió a implementar medidas de bioseguridad (limpieza, medición de temperatura y señalética). También a garantizar el uso exclusivo de las instalaciones para un único grupo de turistas. Actualmente, el emprendimiento cuenta con la calificación de lugar seguro que concede el Municipio de Portoviejo. La demanda de turistas locales se recuperó. Llegó casi a los niveles normales, y con esto se restablecieron 10 puestos de trabajo. Sus propietarios consideran que la reactivación del turismo va de la mano con recobrar la confianza de sus clientes, así como brindar un espacio seguro de esparcimiento después de los meses de confinamiento.
El sector turístico en Ecuador aportó, entre el primer trimestre del 2015 y el cuarto trimestre del 2019, en promedio, el 1,9% al Producto Interno Bruto (PIB). El ingreso de divisas por turismo creció en un 2,3% del primer al tercer trimestre de 2019 en relación al mismo periodo del 2018. Además, en el 2019 el país obtuvo 19 galardones en la vigésimo sexta edición de los World Travel Awards (WTA) edición Sudamérica. A enero de 2020, este sector ocupaba al 6,1% del total de empleados en la economía. Esto lo ubica entre las 6 industrias económicas de mayor contribución al empleo nacional. Sin embargo, un reporte del Banco Central del Ecuador estima que la pérdida del sector turismo, entre marzo y mayo de 2020, asciende a USD 585 millones (-4.7% del PIB del sector). La reducción de puestos de trabajo vinculados al alojamiento y comida será de -19.248 empleos.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), las acciones para la recuperación económica deben estar enfocadas en la protección de puestos de trabajo y la mitigación de los contagios al mínimo. Estas políticas tienen que ir en paralelo con medidas de bioseguridad y distanciamiento físico que prioricen la salud de trabajadores y consumidores. En Ecuador, el proceso de reactivación del turismo empezó en mayo. Actualmente está enfocado a actividades para el mercado interno. Para cuidar la liquidez y los puestos de trabajo del sector se emitieron incentivos fiscales: reducción de impuestos y financiamiento diferenciado para el sector. En otros países de Latinoamérica se han aplicado otras medidas de reactivación como apoyo temporal a los ingresos de trabajadores informales y subsidios al turismo.
La inversión en el sector turístico es un catalizador eficaz para la reactivación económica y social de un territorio después de una crisis. Estos nuevos recursos pueden reducir significativamente la pobreza y fomentar el emprendimiento de grupos vulnerables, especialmente de mujeres y jóvenes (ODS 1 y 10). Por otra parte, los esfuerzos en conservación responsable de los recursos naturales y culturales son una oportunidad para posicionar al turismo como una actividad sostenible. Las estrategias de conservación permiten hacer frente al cambio climático (ODS 13). Más aún, cuando este sector es el emisor del 5% de los gases de efecto invernadero del planeta.
Por ende, es tiempo de repensar el turismo ecuatoriano desde la resiliencia y sostenibilidad económica, social, y ambiental. Esto implica reconocer las amenazas y oportunidades de cada territorio. La recuperación en el mediano plazo del sector debe ser guiada por una gestión activa del turismo. Es necesario asegurar la participación permanente del gobierno nacional y local, empresarios grandes y pequeños y consumidores. Además, se debe incentivar la colaboración internacional para la generación de redes que apliquen medidas de control ante nuevos brotes de la pandemia. Los elementos antes mencionados permiten que el turismo se adapte oportunamente a nuevos escenarios relacionados al COVID-19.